pero un pedazo se te escapa:
No da meter tan adentro los dedos en la leche,
especialmente ahora, que notas la mugre que tienen.
Te lamentas, pero ocurre un milagro
que disfrutás cuando tomas lo que quedaba;
como un caldito, los pedacitos impregnaron
su tonalidad y sabor, enturbiando la blancura.
No esta tan mal mojar la galletita,
y que desprenda en pedazos..