porque debajo de esa oscuridad la luz desespera por romper.
Flotamos, mi amor, en las derivas,
del profundo oceano zul
que nos aparece y desaparece,
entre lo raro y la oscuridad.
No temas, mi barco partido,
que por debajo suben burbujas de luz;
son los restos que al hundirse nos dan
una helada despedida desde el fondo del mar.
Ya no quiero más (el mar, la rareza y la oscuridad)
mas vos quiero hoy:
quiero todo lo que hierve y desespera por brotar.
Asi, suceden el día, el que viene y el que va,
viendo pasar naufragios en derivas,
sollozando por la tierra,
tosiendo agua de mar.